23 mayo 2015

En el marco de la Global Marketing Competition, debatieron el pasado jueves día 22 de Mayo, en la sede del diario ABC:  el filósofo José Antonio Marina; el director general de ESIC Business & Marketing School, Simón Reyes Martínez-Córdova;  el subdirector general adjunto de la División Global Santander Universidades, José Manuel Moreno Alegre; la presidenta de Xerox España, Paloma Beamonte y Carlos Alemany, managing partner de Alemany & Partners, que bajo la moderación del periodista Ángel Expósito, director de “La Mañana” de la Cope, debatieron sobre La formación universitaria en España.

 
La mesa redonda tuvo lugar  con motivo de la próxima inauguración, el próximo día 26, del Global Marketing Competition, que organiza ESIC en colaboración con ABC y Santander Universidades, perteneciente al Banco de Santander.
 
José Antonio Marina apunta que el plan Bolonia puede ser catastrófico, ya el actual modelo de grado más master que apunta en el futuro a 3 de grado más 2 de máster, puede suponer una selección, ya que el acceso a estos, estará condicionado por la capacidad adquisitiva de los alumnos, ya que todo apunta a que los máster serán caros.

Un dato revelador es que un incremento de 20 de Pisa, se traduce en un aumento de un 3% en el PIB.
 
Los contenidos de la educación universitaria son teóricos y demasiado individualistas.
 
Sobre el eterno debate de si hay demasiados universitarios en España en relación con los estudiantes se han decantado por la Formación Profesional y, aunque en otros países de nuestra esfera cómo Alemania, donde el ratio universitarios/Formación profesional es 30/70 o en Francia 50/50, destaca que gran parte de nuestro mix se debe a que el título universitario ha sido el único medio de ascenso social.
 
Gran parte del debate giró en torno a la ética de los negocios. En este sentido destaca Marina que en nuestra cultura “lo que no es delito, está permitido” y entre medias no hay nada, lo que traduce en una situación de grave peligro social. En nuestro sistema educativo reciente, no ha habido educación en valores sino educación en virtudes, muy asentado sobre las creencias cristianas y cuando estas han perdido vigor, ha fracasado el modelo ético sobre el que se asentaban muchas de nuestras creencias.
 
Respecto al emprendimiento, apunta Marina que una economía no se puede basar en los emprendedores. Esto es una solución de emergencia solamente. Ahora muchas personas se ven empujadas a emprender por la caída de un mercado laboral que dé cumplida respuesta a sus aspiraciones.
 
La otra cara de la moneda del emprendimiento es que la cultura española no tolera el fracaso, lo que resta muchas energías a personas que estarían dispuestas a  aventurarse en nuevas empresas.
 
Respecto al talento, concepto este utilizado con excesiva profusión en los últimos años, destaca que el talento se “aprende”. No hay talento antes de la educación.
 
Simón Reyes destaca que mientras que las escuelas de negocio en España  han hecho los deberes y están entre las mejores del mundo, las universidades no han hecho nada para cambiar su modelo educativo del pasado. Estas tienen que dedicar tiempo e imaginación y sobre todo estar atentos a lo que demandan las Empresas y el mercado laboral
 
José Manuel Moreno apunta a que el problema no se circunscribe exclusivamente al mundo universitario, sino al conjunto de la sociedad en general, ya que el número de investigadores en el sector privado es la mitad que en países como Francia o Alemania. El número de patentes registradas es además muy bajo, en proporción al número de investigadores. Lo que remarca lo dicho anteriormente sobre la formación teórica universitaria.
 
Paloma Beamonte destacó las carencias en la formación universitaria en competencias transversales, muy necesarias para las empresas, tales como trabajo en equipo, liderazgo de equipos dispersos, engagement, etc. y lamentó también la ausencia de prácticas en empresas. Destacó además que el sistema educativo no forma para el emprendimiento: “necesitamos emprendedores dentro de las empresas”.

Ilustró esto con el ejemplo de las universidades americanas en las que para aprobar la carrera,  se exige que el alumno constituya una empresa real.
 
Por último Carlos Alemany destaca que el sistema educativo no fomenta el talento ya que se encarga solo de que los estudiantes adquieran conocimiento, en muchas ocasiones a través de memorizar conceptos y so no les vale a los universitarios cuando se incorporan al mundo laboral. La universidad tiene que mejorar mucho sobre todo en la selección de catedráticos, con la incorporación de profesionales procedentes del ámbito empresarial. Los investigadores son valorados por escribir en revistas científicas, pero no por registrar nuevas patentes de productos que sean de utilidad para el mercado.
 
Aunque, como siempre hay un espacio para la esperanza, todos los miembros de la mesa coincidieron en que algo está cambiando en el mundo universitario.

Hace poco escribía un artículo en el que, con motivo de la creación del Observatorio de Recursos Humanos de FENAC, hablaba sobre la distancia entre nuestra universidad y nuestras empresas, titulado "Universidad y Empresa. La distancia se amplia" que os invito a leer, ya que complementa y abunda sobre algunos de los conceptos que los contertulios del Global Marketing Competition han tratado con tanto detalle.
 
Publicado por Juan Bueno.
Managing Partner de R&H Talento y Personas



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