La cuidadania – parafraseando la definición de la socióloga Isabel Aler- hace referencia a aquellas prácticas ciudadanas que cuidan nuestros vínculos, por el simple hecho de ser sociales, desde el origen de los individuos. El término trae a la actualidad una necesidad de redimensionar el lugar político, cultural y simbólico de los cuidados en la memoria colectiva y también en la cotidianidad que nos marca desde las edades más tempranas.
¿Quién no recuerda el primer abrazo después de una
despedida, el silencio consolador ante la batalla perdida, o el “sí que te
entiendo, aunque yo no haya pasado antes, por lo que estás pasando tú”, que
tanto restituye la valía personal, y el valor de ese ser –anónimo o no- que
tuvo a bien cuidarnos? Son eventos que volvemos
a pasar por el corazón.
¿Con qué asociamos la
palabra cuidados? Antropológicamente,
cuidar es una condición de nuestro ser social. En un primer nivel –personal- de la relación madre-criatura, es el entorno
descrito por Piera Aulagnier cuando afirmó que “en cada sorbo de leche, va un
sorbo de mundo”; en un segundo nivel, cuidar remite a la ciudadanía de las
madres, o sea, a ese entorno próximo no materno que provee cuidados suficientes;
y en el tercer nivel, el cuidado tiene que ver con el trabajo de cuidados –sí,
porque implica esfuerzo, dedicación y compromiso- de toda la comunidad, de
todos hacia todos en lo que a aspectos materiales, emocionales y morales se
refiere y especialmente a las personas dependientes. La evolución cultural y de
género ha aportado luz, especialmente a lo largo del siglo XX y hasta nuestros
días, en cuanto a estas formas más colectivas del cuidado, que atañe a todas y
todos.
Sin embargo, coincidiendo
con Carolina del Olmo “vivimos de espaldas a la realidad de los cuidados, al
hecho de que todos hemos sido niños, todos hemos estado o estaremos enfermos
alguna vez y todos vamos a ser viejitos. Parece que fingiéramos que durante
todo el tiempo y durante toda la vida somos individuos autónomos, sanos e independientes”;
obviando –como propiedad de cada ser humano- el derecho a cuidar y ser
cuidados, a amar y desear y ser amados y deseados, a lo largo de la vida como fuente
de vínculos seguros generadores de la necesaria autonomía, y no a la inversa.
En medio de la
inmediatez, las prisas, las relaciones precarias y el estrés, la cotidianidad
nos habla de la capacidad, que habita en cada persona y que puede –o no-
impulsarle a la autonomía máxima posible, a través de prácticas que resisten la cultura
del individualismo, y emergen como nuevas formas de cuidadanía: jornadas de paternidades responsables, asociaciones de
madres en solitario, o de madres solteras por elección, de familiares
cuidadoras y cuidadores, profesionales cuidando al cuidador, proyectos de
hombres con cuidado frente a la problemática del desempleo. Estas últimas,
reconociendo vulnerabilidades negadas al “sexo fuerte”, en su fragilidad existencial
de hombre educado en exclusiva para ser hombre
trabajador; por solo hacernos eco de algunas. Son todas, en su diversidad y
extensión, formas de cuidadanía más o
menos organizada.
Importa entonces
recuperar para lo común, el concurso de los poderes y saberes públicos y
privados. Conviene sumar el potencial individual y colectivo entre las
diferentes generaciones, entre los diferentes tipos de familias, en personas
con diversidad funcional que afrontan problemáticas comunes, y que hoy
transitan sus vulnerabilidades particulares a nivel individual, familiar o
colectivo, prácticamente de manera invisible y solitaria.
Es alentador en la
deconstrucción de una ciudadanía más saludable, revisitar creativamente y a la
luz de nuevas prácticas de vida, conceptos que imbriquen una relación actualizada
con los cuidados, para que éstos dejen de ser expropiados, en su capacidad de
vincular a las personas desde la máxima autonomía, tan necesaria como posible.
Se requiere para crecer como humanos y desarrollarnos como sociedad.
Tatiana Cordero
Psicóloga
Algunas lecturas:
1. Blog Tenemos Tetas: Entrevista a Isabel Aler. http://www.tenemostetas.com/2011/10/isabel-aler-transformar-la-ciudadania.html
2. Romero, Concepción A.,
Aler Gay, Isabel., Olza Fernandez, Ibone. Maternidad
y
Salud: Ciencia, Conciencia y Experiencia. Informes, Estudios e Investigación.
Ministerio de Sanidad,
Servicios Sociales e Igualdad, 2012.
3. Del Olmo, Carolina. ¿Dónde está mi Tribu?: Maternidad y
Crianza en una Sociedad