A lo largo de mi vida
profesional he conocido a muchos y grandes Directores de Recursos Humanos, pero
también, afortunadamente menos, a algunos Jefes de Personal: los jefecillos y también a buenos técnicos de Personal, reconvertidos en discretos
directivos.
Pero no sólo he visto esto en
mi campo de Recursos Humanos, qué va! Se trata de una realidad bastante
extendida entre la jefatura (que no liderazgo) de nuestras Organizaciones.
Porque un Jefe, “jefea”: Su equipo (o
tal vez grupo) le obedece, inspira miedo (que no respeto); trata a las personas
como objetos; te hace responsable de sus errores; suele tener una visión corta
y cortoplacista; le interesan sus resultados; evita el crecimiento de sus
subordinados; la formación le parece una pérdida de tiempo y de dinero; cree
que el feed-back en una palabreja inglesa…..
Sí, sí, ya sé lo que estáis
pensando, todos conocemos algunos, y lo que es peor incluso puede que
trabajemos a su lado.
Cuando pensamos en un líder o
un directivo actual, pensamos en una figura diferente: se trata de una persona
que anima, inspira, motiva, empuja y consigue que su equipo (no grupo) le siga.
Habla
de colaboradores y no subordinados. Quiere que estos se formen y
desarrollen, porque el crecimiento de
equipo es su crecimiento (el suyo propio). Cree en el valor del equipo
por encima del individual. Da feed-back de forma oportuna, informa sobre el
desempeño y delega. Dispone de estrategias y una amplia visión global; es proactivo
ante los cambios y ayuda a su equipo a afrontarlos.
Podría seguir ampliando la
lista de esas cualidades pero sé que, igual que en el caso anterior, ya tenéis
en la cabeza algún nombre; es más, todos somos capaces de decir el nombre de
grandes líderes. En resumen, se
trata de personas ordinarias que nos permiten alcanzar resultados
extraordinarios.
Nada más y nada menos.
Pero si por encima de todas
estas habilidades hay una que ocupa un lugar preferente es la Credibilidad. Lo que a veces se llama
el “patrón de conducta”. El líder debe actuar como piensa y debe de ser
coherente. Además su actuación debe de estar alineada con los objetivos
estratégicos, la misión y la visión de la compañía.
La solidez y la confianza que
genera un directivo en cualquier área, me atrevería a decir que es
especialmente sensible en el área de Recursos Humanos.
La convicción con la que debe de actuar el Director
de Personas (eso es lo que somos) debe de ser total, sin fisuras. Es el
espejo en el que se refleja el valor que se da a las personas en una
Organización.
La falta de coherencia en este
ámbito, es especialmente grave, porque no se puede difundir lo que no se hace,
aquello en lo que no se cree. Trabajamos con personas que son profesionales,
pero ante todo son seres humanos con sus experiencias, temores, juicios,
deseos, necesidades, expectativas… y sobre todo, emociones.
Hoy no es suficiente con
gestionar la administración de personal, (es más, se puede externalizar con las máximas
garantías y menor coste), los contratos, las vacaciones o la gestión del IRPF
y todo lo que es el “back office”.
Cierto es que hay que
administrar con eficiencia todos los aspectos relativos a los empleados, pero
es lo mínimo exigible. El actual líder de RR.HH debe lograr que los colaboradores
confíen en él, para lo cual debe atesorar un profundo conocimiento de la Organización
y del negocio. Sólo así podrá seleccionar, formar y desarrollar a los empleados
más adecuados a ese tipo de actividad.
Debe ser muy proactivo ante los
cambios y saber anticiparse a los problemas. Necesitará una mayor capacidad
analítica, ser flexible y lograr una red de buenas relaciones dentro de la Organización.
Y tú ¿lideras o jefeas? Y tu
jefe ¿jefea o lidera?
Juan
F. Bueno
Buenas tardes Juan,
ResponderEliminarSi he aprendido algo a lo largo de estos años, es que el poder, rango o autoridad dentro de una organización no sirven para nada, lo que marca en realidad la diferencia y relación con el resto de trabajadores es el Prestigio, Respeto y Estima de tus trabajadores.
Un buen post.
Saludos.
Muchas gracias, Víctor. El poder, si no va acompañado de las cualidades necesarias que un líder debe poseer, lo único que conlleva es la creación de un mal ambiente y, a la larga, se notará y acabará en su sitio. Lo malo es que mientras ha durado ha podido ir dejando un sendero de "cadáveres laborales". Un saludo
ResponderEliminarEstimado Juan.
ResponderEliminarExelente...
En RR.HH, trabajamos con talentos, que merecen respeto, buen trato, estima y empatia.
Saludos:
Estela Maris
Muchas gracias "Estela Maris", por tu comentario que suscribo al 100%. Lo que nos debería llevar a una profunda reflexión de si no puede ser esta una parte de los males que aquejan al mundo empresarial y a la crisis que padece.
ResponderEliminarUn saludo
Gracias por tus reflexiones querido Juan, a veces pensamos que no puede ser verdad que en el siglo XXI sigamos encontrandonos jefecillos que inspiran miedo (que no respeto); trata a las personas como objetos; te hace responsable de sus errores; suele tener una visión corta y cortoplacista; le interesan sus resultados; evita el crecimiento de sus subordinados; la formación le parece una pérdida de tiempo y de dinero; cree que el feed-back en una palabreja inglesa..... en fin una descripción perfecta.
ResponderEliminarGracias a ti Rocío, por seguir el post y por tu acertado comentario. Quizá se eche de menos un buen líder, cuando has tenido la oportunidad de encontrarte con alguno en tu vida y tener la suerte de que haya sido tu jefe . Esto te permite ver con mucha mas rotundidad la enorme ausencia de lideres que tenemos en las Empresas. Un saludo
ResponderEliminarEstupendo artículo, creo que lo que expones es la realidad, las personas debemos ser considerados en las organizaciones como personas y no como recursos, pero ¿crees que la actual crisis, cambia la visión de las empresas centrándose más en la producción y resultados dejando abandonada la parte de personal ? ¿ Crees que la transformación que se está haciendo desde dirección hacia el "departamento de personas" busca a trabajadores comprometidos o busca simplemente resultados..... , crees que los lideres cambian su forma de pensar o abandonan la compañía ante el planteamiento de la dirección o consejo de administración?
EliminarEnrique Álvarez
Muchas gracias, Enrique.
EliminarLa verdad que planteas una preguntas que son de calado.
Mi opinión es que la actual situación en la Empresas, nos está alejando del mundo de las personas en beneficio del mundo de los resultados. Es triste y lamentable, pero es así. EL euro es el corto pazo y las personas, somos el largo plazo. Ahora solo prima lo primero, el salir a delante cueste lo que cueste a costa de lo que sea (en este caso, las personas). No hay mas que ver el impresionante numero de ERES que se están llevando a cabo, algunos de ellos, innecesarios de todo punto, pero que ayudan a engordar los beneficios de algunos negociantes, disfrazados de empresarios.
En época de bonanza, los lideres y los trabajadores de a pié abandonan (con una cierta discreción, claro está) sus Empresas si no están de acuerdo con su jefe con el planteamiento de su empresa. Hoy, esa actitud está muy condicionada por la situación y mucha gente (le guste o no su empresa) aguanta, en espera de tiempos mejores. Que indudablemente llegarán y nos pasarán factura. De eso, no tengo ni la menor duda.
Un saludo
Hola a todas y gracias Juan por describir tan bien a la persona y al ambiente y desgradaciadamente ocurre y está ocurriendo ahora, ya sabemos que existe y que hace mucho daño baja la autoestima e incluso te puede matar.
ResponderEliminarComo cambiar la situación?
Un saludo
La situación es la que es. No se si hay que cambiarla, o como nos plantea Enrique, salir corriendo de la Empresa (o huir del Jefe) que no nos convence.
EliminarYa se que no está el horno para bollos y esa actitud no es posible.
Adoctrinar al Jefe, es lo único que nos queda. Y se puede hacer. Requiere. Conocimientos, paciencia, ganas y sobre todo mucho coraje.
Si no estamos dispuestos a estar en ninguna de las dos situaciones descritas. Solo queda agyuantar.
Un saludo y muchas gracias
Buenos días Juan,
ResponderEliminarfelicidades por tu post.
Has descrito muy bien los dos tipos de jefes y líderes que hay.
Pienso que actualmente los líderes se ven condicionados a resultados debido a la crisis, y por eso se necesita trabajar aún más en esa aproximación al colaborador, para que recupere la confianza y la motivación por lo que hace. Yo estoy trabajando en ello actualmente, ya que soy coordinadora de RRHH, y además soy bastante joven, con lo que tengo por delante un gran reto.
Un abrado,
Silvia C.
Gracias a ti, Silvia por leerlo y hacerme llegar tus comentarios que siempre enriquecen el artículo.
ResponderEliminarTe animo a que sigas por el sendero que te has trazado. La aproximación al sentir de las personas de la Empresa es fundamental. No se puede vivir en la torre de marfil. Es un poco más molesto, pero infinitamente enriquecedor. Ya lo verás.
Un saludo
Hola Juan, interesante artículo, creo que además con la crisis muchos de estos "Jefes" están aflorando, la misma se está utilizando para apretar las "clavijas" a los equipos ya que saben que hoy por hoy es muy difícil irse a buscar otro proyecto. Desde la Gestión Humana tenemos un gran reto.
ResponderEliminarAsí es Nacho y esta es una ocasión de oro para demostrar cual es la verdadera necesidad y el aporte vital de la función de RRHH en las Empresas. No la desaprovechemos.
ResponderEliminarUn saludo
Hola Juan (tocayo, tenemos el mismo nombre). Lamentablemente abundan los que "jefean", en mi vida laboral tropec'e fuertemente con muchos de ellos, a una gran parte los pude convencer de los beneficios de liderar y no del ordeno y mando en todo momento, muchos mejoraron, otros no tanto. Ese fue uno de mis grandes retos como directivo de capital humano y coincido contigo, en que la Credibilidad es la base de todo. saludos
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