Publicado por May Ferreira.
Executive Manager de R&H Talento y Personas
A lo largo de la historia son numerosas las revoluciones que han vivido diferentes generaciones y todas las culturas. Y todas han supuesto una ruptura con lo anterior y un enorme salto, en ocasiones, sin red conocida. En este momento sentimos estar viviendo un momento único, vertiginoso, caracterizado por la velocidad de los cambios y unos perfiles profesionales cada vez más preparados y conocedores de múltiples disciplinas. Es la era digital.
Sin embargo si echamos la vista atrás son impactantes también algunos de los cambios e innovaciones ocurridos en otras épocas. Pensemos en la revolución industrial, que supuso el salto de una producción y consumo artesanal a un consumo masivo a través de la incorporación de la maquinaria. ¡qué transformación tan enorme en la sociedad! ¿y qué me decís de la llegada de Neil Amstrong a la luna o la imprenta de Gutenberg que permitía editar y publicar libros para hacer del conocimiento algo universal? ¡o la penicilina de Fleming que tantas vidas ha salvado?
¡quién no recuerda la famosa película Casablanca y la frase de Humpfrey Bogart: “tócala otra vez Sam”. Esta prole de la que hablo la toca constantemente, pero no la pieza al piano, sino la tecla. Son la gente de los teclados, de lo digital, hacen auténticas coreografías con los dedos. Desde bebés aprenden a hacer el movimiento que requiere un móvil o una Tablet para pasar de pantalla antes que a pedir agua o llamar a mamá. Eso hace Hugo, Daniel, Pablo, Alejandro, Lucía, María o Daniela. Esos niños que cuando empiezan al cole tienen ordenadores para hacer ejercicios y profundizar en el aprendizaje o pantallas interactivas para ayudar al estudio de un idioma. Son esos mismos los que desconocen para qué sirve una agencia de viajes porque los billetes de avión o los hoteles se reservan en internet. Son Jorge, Martina, Julia o Alvaro que cuando se van a hacer un intercambio fuera de nuestro país están permanentemente conectados con sus padres por Skype, wasap o cualquier otra aplicación. Es esa misma generación que está acostumbrada a acceder a muchas cosas de forma gratuita a través de la red : herramientas, contenidos, información, contactos, etc.
Mi sobrino veinteañero, ingeniero, cerebrito y formado como lo tienen que estar ahora para ser competitivos, desarrolló en su proyecto final de carrera una aplicación para ayudar a los pacientes de daño cerebral sobrevenido a recuperar sus funciones básicas. ¿sabéis cómo? Pues a través del móvil, ese aparato que se ha universalizado y que se ha convertido en imprescindible.
“Tócala otra vez Lucía, Hugo, Daniel” y “tócala siempre”, pero ¿qué más nos tendrá reservada esta era digital?
Ese aprendizaje que es innato en los millennials ha dado lugar a una interesante herramienta de desarrollo y aprendizaje, que es el Reverse Mentoring, que pone patas arriba el status quo tradicional, e invierte los roles. Son los jóvenes tecnológicos y digitales hasta la médula los que nos enseñan a los que gozando ya de cierta seniority en lo profesional somos algo más ignorantes en lo digital.
“Tócala otra vez para mí, Sam”, “enséñame a tocarla”.
May Ferreira
0 comentarios :
Publicar un comentario