Marca personal. Ahora se llama Personal Branding.
Tu marca personal es la huella que dejas en las personas que se han acercado a tu producto o servicio. Me atrevo a escribir unas humildes reflexiones sobre este asunto del que en absoluto soy una experta, con permiso de mi buen amigo y gran profesional, Juan Carlos Alcaide, uno de los mejores especialistas en temas de márketing de nuestro país. Debo decir además que las pocas nociones que puedo tener sobre esta materia las debo a un Máster en la que me tocó hacer mi proyecto final sobre los aspectos que pesaban en la decisión de compra del cemento, en un momento, hace unos años, cuando la crisis todavía no nos había golpeado, y las empresas cementeras buscaban cómo diferenciarse en un mercado muy atomizado. La conclusión de ese interesante trabajo, por más que nos pesó descubrirlo, era que la decisión final del cliente se tomaba en base a un poderoso motivo, el precio. Un euro más por tonelada y el cliente se iba con la competencia.
Mi otra fuente de conocimiento o ideas en esta materia procede de Juan Carlos Alcaide, con el que he compartido muchas charlas de amigos en las que es un placer aprender conversando y algunos cursos y conferencias con él como ponente, que me ayudó a descubrir y entender conceptos como el márketing experiencial, por ejemplo.
El punto en común de un tema como el que hoy quiero tratar, la elaboración de la propia marca y mi mundo profesional de los Recursos Humanos es el de trabajar con y para personas.
Diré una obviedad si afirmo que los consumidores cada vez estamos más informados y somos más exigentes, disponemos de más criterio. Esto hace que las empresas que ofrecemos nuestros servicios nos tenemos que volcar en que estos sean de calidad y se adapten plenamente a las necesidades de los clientes.
Creo que una marca personal debe ser el reflejo de la personalidad propia, es algo más que un logo o un nombre. Habría que convertir esa marca en el espejo de lo que tú eres, y lo que es más importante, en la representación de la pasión que sientes por tu trabajo. Recuerda, tu marca eres tú. Una marca representa mucho más que los productos que comercializa, transmite y proyecta emociones, personalidad y un estilo. Coca-cola ya no publicita un refresco, ahora nos habla de felicidad.
En el mundo de la formación, por ejemplo, la mayoría de las empresas ofrecemos técnicas y herramientas, sino iguales similares, y en la mayoría de los casos la diferenciación viene no tanto por los productos radicalmente diferentes, que no lo son, sino por la particularidad y estilo que cada uno de nosotros impregna en sus productos que los hace particulares y únicos.
Cuando un consumidor se compra un Ferrari o un Luis Vuitton no sólo compra el coche o el bolso, adquiere también la emoción que genera la marca, el status de esos productos exclusivos, el placer que produce poseerlos, la exclusividad.
May Ferreira
Otro factor muy asociado a las marcas y tremendamente vinculado a las personas, desde mi punto de vista, es la predictibilidad. Una marca, y la persona que está detrás de ella nos produce la seguridad de poder anticipar el comportamiento que tendrá en el futuro y que no nos deparará sorpresas desagradables. Una marca nos tiene que proporcionar seguridad, bienestar y afinidad, porque en definitiva no queremos trabajar ni adquirir bienes o servicios con empresas con las que no compartimos sus valores o incluso abominamos de ellos.
Por eso creo que buena parte del valor de las marcas está en las personas. Siempre recuerdo la situación de los directores de banco (profesión un tanto denostada ahora!) que llevan detrás de sí un montón de clientes aunque se cambien de entidad. ¿por qué? Pues porque apenas hay diferencias entre lo que ofrecen unos y otros, lo que no es comparable es lo que nos procuran las personas, su actitud, su aportación personal, su modo propio de actuar, el valor añadido que cada uno puede añadir a su marca, o a la de su organización.
Creo firmemente que tu marca gana fuerza si ofrece una conexión fiable entre los clientes y los productos que ofrecemos. Decía Oscar Wilde:”Sé tú mismo, los demás puestos están ocupados”.
Acabo este post como lo empecé, recordando las enseñanzas de Juan Carlos Alcaide (recomendables todos sus libros, y a punto de publicar otro), una frase suya me parece especialmente inspiradora: “Calidad y calidez dan un diez”.
Hay sitio para todos. El enemigo no es la competencia. El peor adversario es ser mediocre.
May Ferreira
Magnifica reflexion de marcas personales, es más yo añadiría que una buena marca de empresa es la suma de las marcas personales de cada uno de sus participantes, a veces iguales, a veces distintas, pero todas juntas conforman el CUORE de la organización.
ResponderEliminarCoincido plenamente con el comentario. Todos los miembros de una empresa son embajadores de la marca empresa. Cualquiera de ellos puede engrandecer su imagen o empañarla, según sea su comportamiento.
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