Ese era el lema de Barak Obama en su campaña presidencial en 2008. “Sí, podemos”. Y en torno a esa frase logró, aquél senador demócrata, unir muchas voluntades e ilusiones. Pero yo he recordado este lema en un ámbito distinto, el de los estudiantes españoles que aprovechan parte de sus vacaciones en aprender o mejorar su inglés. Ahora las posibilidades que se ofrecen a los estudiantes son infinitas. Hace unos días el aeropuerto madrileño era un hervidero de jóvenes que se disponían a viajar a Gran Bretaña, Estados Unidos o incluso Canadá. Con familias, en centros de estudios, en intercambios, etc.
Y hay diferentes modelos, también dentro del territorio nacional, con inmersiones, campamentos, talleres, etc.
“Yes, we can”. Es imprescindible que adquiramos un nivel adecuado en la lengua de Shakespeare. Durante muchos años, en nuestro país, la necesidad de dominar otros idiomas, no ha formado parte de nuestras prioridades. Si echamos la vista atrás, durante la dictadura, el aislamiento era tan conceptual que ni siquiera parecía necesario dominar idiomas. Mi generación creció pensando que el español era suficiente. Craso error. Después, la normal apertura hacia el exterior, nos hizo ver la imperativa necesidad de dominar otras lenguas, por encima del nivel de conjugar verbos. El intermediate level of English que pregonamos muchos españoles es cierto, sólo a medias. La tendencia a exagerar en los curriculums es un seña de identidad, y cuando estamos en muchas entrevistas de trabajo, pasando verdaderos apuros, no pasamos de “My taylor is rich”. Por cierto que nunca he entendido en qué extraña circunstancia se puede utilizar esa frase…
Es imposible no sonreír recordando un spot de Sergio Ramos en el que tras repetir y ensayar nos deseó unas “ Morry Chirstmas”. José María Aznar nos regaló algunos de los mejores momentos de su dialéctica inglesa. Memorable también el discurso de Ana Botella ante los miembros del COI para defender la candidatura de Madrid para los juegos olímpicos. Menos mal que esas personas tenían en sus manos un voluminoso expediente con las bondades de la ciudad, porque me temo que a la alcaldesa, que leyó vocalizando mucho sus folios correctamente escritos, apenas se le entendía.
Es imposible no sonreír recordando un spot de Sergio Ramos en el que tras repetir y ensayar nos deseó unas “ Morry Chirstmas”. José María Aznar nos regaló algunos de los mejores momentos de su dialéctica inglesa. Memorable también el discurso de Ana Botella ante los miembros del COI para defender la candidatura de Madrid para los juegos olímpicos. Menos mal que esas personas tenían en sus manos un voluminoso expediente con las bondades de la ciudad, porque me temo que a la alcaldesa, que leyó vocalizando mucho sus folios correctamente escritos, apenas se le entendía.
¿Por qué nos cuesta tanto?. Emilio Botín decía con esfuerzo “ay am very praud of Banco Santander, is de beter bank”. Lo peor es que hacía esas declaraciones desde la sede del Banco, en Londres. Ay! En el caso de Rajoy se recurre directamente a la traducción porque sus esfuerzos en inglés provocaban sonrojo. “guat is dis”. No podemos tener directivos de primer nivel o representantes políticos en la primera línea que son una versión mediocre del inglés que se hablaba en las películas del destape español, cuando aquel hombrecillo de bigote, moreno y bajito se acercaba a la sueca monísima diciéndole algo incomprensible. Claro, “from lost tu de river”. Las intenciones, eso sí, estaban claras.
Yo no me explico como para ser camarero en la Costa del Sol se exige un inglés impecable y sin embargo para sentarse en el Congreso de los Diputados, no es necesario.
Recordáis las clases de Gomaespuma cuando decían “leo el buk el mondey”? dejando de lado la vis cómica del asunto no nos podemos permitir que se cuestione nuestra profesionalidad o valía por esta aparente incompetencia en el tema de los idiomas.
Sólo un 10% de los españoles habla inglés de forma fluida. Este dato es preocupante, nos tenemos que subir a ese tren porque el resto del continente ya viaja en la alta velocidad del alemán, ruso, chino…. Y nosotros seguimos diciendo que “dentista” en inglés es “a very expensive doctor”.
Yo creo que tenemos un sentido del ridículo y un complejo tan exagerado, que nos impide ser eficaces en la comunicación. Yo sé que “Everywhere they boil beans”, pero es que tendremos que dedicar un esfuerzo especial para ser competitivos en este sentido. Cierto que “It is not turkey mucus” aprender un idioma, pero estamos obligados a dar un salto (en el que ya llevamos un retraso considerable). “For if the flies” el resto de Europa ya está practicando otros idiomas y además dominándolos con soltura.
No podemos seguir actuando como Morning-singer, mintiendo o exagerando en el curriculum, y cayéndonos con todo el equipo cuando alguien se dirige a nosotros en otro idioma. La enorme dificultad con la que nos encontramos en el tema idiomas es que dominarlos (el inglés en especial) ya no es una ventaja competitiva, ni un hecho diferencial, es un requisito imprescindible. Así que “My happiness in a hole”: Dicho de otra manera, o nos espabilamos o nos quedamos fuera. El español abre muchas puertas en el mundo, pero el “intermediate” en inglés las cierra con igual fuerza.
Reza el título de este post “yes, we can”. Pues a demostrarlo rápido, que ya estamos en tiempo de descuento. O de lo contrario, seguiremos eternamente con ese San Benito que denomina al español medio: "Ciudadano del mundo, que se pasa la vida, estudiando ingles".
Juan F. Bueno
Hola Juan, me siento muy identificado con tu post, pero que mucho. Además de reírme un rato con los comentarios, me ha hecho pensar mucho en los bloqueos que tenemos hacia el inglés.
ResponderEliminarTal como decías uno de esos bloqueos es el miedo al ridículo, somos inmensamente tímidos a la hora de utilizar otro idioma, y no nos damos cuenta que si no lo utilizamos, no lo practicamos, y si no lo practicamos no lo aprendemos. He visto como muchos anglosajones hablaban español dándoles unas patadas terribles a la gramática, ¿pero les importaba? No, porque estaban aprendiendo, y en pocos meses veías que hacían unos avances increíbles.
También está el tema de la motivación, si todo está traducido al español (títulos de las películas, los propios filmes que vienen de fuera, música, etc,)entonces no tenemos que hacer ningún esfuerzo, y eso dificulta el aprendizaje. Un dato, en Barcelona apenas hay salas en las que puedas disfrutar una película en V.O, mientras que en otros países tienes muchas más posibilidades de verlas, y apenas existen las traducciones ¿Cómo nos va a motivar aprender? El aprendizaje es motivación, y necesitamos incentivos para incorporar un idioma nuevo.
Creo que tu post refleja un tema vital y de gran importancia.
Un abrazo,
Nacho
guery guel mi querido Jhon
ResponderEliminarGracias, Nacho y Víctor por vuestros comentarios.
ResponderEliminarEfectivamente, ponemos tan fácil lo de traducirlo todo, que escasamente se motiva a leer libros o ver películas en su VO.
Es cierto que el esfuerzo lo tienen que hacer los padres, respecto de sus hijos en edad escolar, porque cuando ya tienes responsabilidades laborales o familiares el asunto se complica muchísimo.
Por eso animo a que los padres inviertan en esa formación (ya sé que es caro y a veces doloroso) permitiendo que los estudiantes pasen una larga temporada en un país anglosajón, cuando estén en fases avanzadas de su carrera escolar (hay que tener previamente una sólida base sobre la que solidificar el idioma), de lo contrario, estaremos toda la vida estudiándolo y nunca lo dominaremos.
Un saludo y gracias de nuevo por vuestros comentarios.