28 junio 2013

Pasion, trabajo y excelencia: Vaya par de gemelos.

Posted by Juan bueno On viernes, junio 28, 2013 5 comments
Leo en un suplemento semanal un artículo dedicado a un par de gemelos de 85 años que han dedicado la mayor parte de su vida al negocio familiar, una corsetería de las siempre. Ella cotizó durante 50 años y él 68. Y la crónica de un negocio humilde y las palabras de sus dueños me dieron una gran lección de management, que debería ser difundida como si de unos gurús se tratara.
 

Entre los dos hermanos acumulan 118 años de cotización ininterrumpida a la Seguridad Social. Todo un récord en esta época. Nunca han cobrado el paro. Si alguien se parara a hacer el retrato ideal del contribuyente español podría ser sin duda el de este Josep que lleva detrás del mostrador desde 1940.

Pero sin dejar de ser admirable todos estos datos lo que de verdad me cautivó de su historia es la sencillez con la que explica al periodista su forma de trabajar: “mi vida es levantarme cada mañana bien temprano, subir la persiana, dar un trato excelente a las clientas y no dejar escapar ni una sola venta”.

Estoy seguro que Josep nunca asistió a esos cursos de cualquier prestigiosa Escuela de Negocios, en las que en forma de curso de postgrado o Máster para directivos a lo largo de muchos meses te enseñan dos máximas: dar un trato excelente y no dejar escapar una venta.

El bueno de Josep desde su aplastante naturalidad nos ha dado una clase magistral encaminada en primer lugar a la excelencia. Esa concepción suya de cómo hacer las cosas es una expresión de candor y de sabiduría de los negocios absolutamente irrefutable. No concibe que se pueda hacer de otra forma. Y nadie le ha explicado el concepto de excelencia empresarial. Esa idea de perfección, de afrontar el trabajo cada día de forma sobresaliente y con una calidad superior es su única forma de entender la tarea cotidiana. Josep apenas ha salido de su pueblo, no ha subido en avión o en barco pero no duda en afirmar que el trato que han de recibir sus clientas tiene que ser óptimo. Claro ejemplo de que no hay que ser un hombre de mundo para saber cómo llevar un negocio con sentido común y espíritu comercial.
 
Todos esos conceptos de management no los ha asimilado el bueno de Josep tras las explicaciones de algún gurú. No, en absoluto. Ese ha sido su lema de vida. Y el amor al trabajo, la pasión cotidiana por lo que uno hace. Si pensamos en los grandes genios, en personas que han pasado a la historia en cualquier disciplina: la música, el arte o los negocios, veremos que todos han aportado pasión, trabajo y sin duda excelencia.

Tal vez tengamos que pedir al tendero de lencería (como él mismo se define) la impartición de un curso sobre su modelo de gestión. Seguro que lo haría encantado. Pura orientación al cliente.

Su segunda máxima la de “no dejar escapar ni una sola venta” es su tratado de orientación al negocio, a los resultados. Pero Josep tampoco ha estudiado Marketing ni técnicas de ventas, pero sabe que no debe dejar escapar a ninguna clienta que se vaya a comprar las medias o los botones a otro lugar. El ofrece un trato cercano, personalizado y asegurando la salida de todo el producto. Atiende a sus clientas, la organización del negocio y tiene un objetivo claro: sus ventas.
 
Josep no lo sabe pero atiende su modo de vida con esas palabras que hoy llenan muchas Empresas: tiene una  misión, una visión y desde luego unos valores (“las cosas bien hechas bien parecen”). Lo hace de forma intuitiva y permanente, está en su ADN empresarial. Ese que a veces nos cuesta tanto inculcar en algunos directivos.

El tendero ha trabajado toda su vida por encima de los estándares exigibles y con un compromiso de logro ciertamente inspirador.

Son las últimas semanas en la lencería de Josep. En breve se jubilará. Ha organizado unas atractivas rebajas que han provocado que su tienda esté llena de clientas que se las disputan. Las ha promocionado con el boca a boca por todo el pueblo. Pero la crisis también le ha golpeado. Y afirma que será difícil que pueda vender todo el género. Lo sobrante, lo que no le compren sus clientas fidelizadas a lo largo de años, lo entregará en Cáritas para los más necesitados. ¿Cómo se llama eso? ¿Responsabilidad social corporativa? El bueno de Josep no lo sabe pero en una página de periódico me ha recordado todo un máster.
 
Gracias Josep por estas lecciones de management desde la humildad de tu lencería de pueblo.

Juan F. Bueno

5 comentarios :

  1. Enhorabuena y gracias por compartir esta experiencia. La gran ventaja de Josep es que "siente los colores" porque entre otras cosas, el negocio es suyo.
    Es fundamental que el gerente de tienda se sienta parte del negocio, cuando alguno me ha hablado de sus superiores o de la central como de ellos o de los otros... algo falla en la organización. Algo muy común.
    Es un post para enviar a todos y cada uno de los directores de recursos humanos de este país para hacerlos partícipes de él.
    Porque lo de Josep es verdadero talento, es realmente capacidad innata para llevar el negocio usando símplemente el sentido común. Todos quieren tener entre sus filas talento como este, pero se equivocan en la forma de buscarlo. El talento no es ser universitario, ni máster, esto no es garantía de talento. Es mucho más sencillo pero complicado de encontrar.
    Me alegro que haya compartido esta historia, porque como Josep existen miles de héroes anónimos que nos hacen la vida más fácil y mantienen nuestro país cada día. Tenemos más que aprender de ellos que de Steve Jobs, por ejemplo.
    ¡Seguimos en contacto!

    ResponderEliminar
  2. Creo que a veces tratamos de retorcer tanto las cosas que acabamos dando valor de master a las cosas que son de sentido común.
    Como bien nos recuerda Jaime, sentir los colores es esencial para que la gente dé lo mejor de si.
    Nada nuevo, nada de brillante, la vida misma, pura y llanamente.
    Yo me pregunto ¿Por qué cuando estamos disfrazados de empleados o de directivos, no vemos esto con tanta claridad?
    ¿Por qué intentamos retorcer todo con grandilocuentes frases o planes de desarrollo que muchas veces no entendemos ni su significado.?
    Eso, creo que pone de manifiesto la mediocridad de muchos dirigentes, que son presas fáciles de los falsos gurús de nuestros tiempos.
    Un saludo y gracias de nuevo por vuestros comentarios

    ResponderEliminar
  3. Sin saber el nombre exacto de Josep he deducido de quien se trataba porque vivo en la misma población donde esta esta tienda (de toda la vida). Puedo asegurar que todo lo que se comenta en el articulo es cierto y que Josep es tal como se describe. Es una lastima que negocios como este que duren tanto tiempo ahora hay pocos.
    La historia esta muy bien explicada.
    Saludos
    Maria R.

    ResponderEliminar
  4. Muchas gracias, María. Ese ejemplo de entrega, dedicación y buen hacer es el que deben seguir los miles de emprendedores que cada día se lanzan a la aventura de abrir su propio negocio.
    Un saludo y gracias, de nuevo

    ResponderEliminar

Suscríbete al Blog



contador de visitas
Contador de visitas