Este Sábado, 5 de octubre se ha celebrado el Día Mundial del Docente y me pregunto si pasará desapercibido. Tal vez sea así. ”¡Con el elevado número de problemas acuciantes que hay a nuestro alrededor, quizá no podamos pararnos a pensar en los profesores!”. Esta puede ser la reflexión de un ciudadano cualquiera en un lugar cualquiera. Desde mi punto de vista es un profundo error, un grave error.
La formación, la educación, la preparación de las generaciones venideras nunca aparece como uno de los problemas que preocupan a los españoles. Sólo hace falta ver las encuestas, que periódicamente se publican, para darnos cuenta de lo que más nos preocupa a los españoles: En la actualidad la crisis económica, el desempleo, la clase política, la corrupción, etc. y hace unos años, el terrorismo.
Pero ni entonces ni ahora estaban entre nuestras principales cuitas la educación. Este asunto parece de menor entidad frente a aquellos otros que afectan a la seguridad de los ciudadanos o la necesidad de comer todos los días y hacer frente a las facturas.
No obstante, lo urgente no puede ocultar lo importante.
Celebrar el Día Mundial del Docente, no es más que un sencillo homenaje o recordatorio hacia todos aquellos profesionales que se dedican a la formación de nuestros hijos, pero también a los adultos que siguen recibiendo formación a lo largo de su vida. ¿Se os ocurre alguna profesión en la que no haya que estar irremediablemente al día?. Y la reciben de otras personas que ponen al servicio de los demás sus conocimientos y también su capacidad pedagógica.

Se trata, a mi modo de ver, de una profesión que está modificando su perfil clásico. Como se dice ahora, "se reinventa". Nuestros docentes actuales poco tienen que ver con aquellos maestros rurales del siglo pasado anclados en formas de aprendizaje hoy vistas como obsoletas.

Ignoro si nuestros hijos y nietos lo tendrán más difícil que nosotros pero de lo que no tengo duda alguna es que cuanto mejor estén formados, estarán más preparados y dispondrán de más herramientas para conquistar el éxito o la estabilidad.
Oda al maestro: Es el día Mundial de los Docentes. Seguramente es más popular el día de la madre o de los enamorados, cualquiera de los de índole comercial.
Pero el del Sábado, fue un día importante. Y tal vez urgente.
Juan F. Bueno
Comparto tus apreciaciones y me gustaría insistir en un déficit que citas y te invito a profundizar en él. Me refiero a hablar en público. La retórica como arte, incluso como técnica, (inventio, dispositio, elocutio, memoria y actio) permite organizar y exponer las ideas de forma ordenada, coherente, inteligible para los demás y creo que esa es una carencia muy general a los españoles. La retórica no tiene nada que ver con la pedantería, ni con el ornato excesivo de quienes a fuerza de sobrecargar el discurso (oral o escrito) sólo pretenden que no se les entienda. Basta leer a Quintiliano para saber qué es (no tanto a Aristóteles que es más complicado de seguir). Y hablando de clásicos, "sólo sé que no sé nada" es frase de Sócrates recogida por Platón.
ResponderEliminarGracias por tu reflexión. Espero la del informe Pisa
Gracias, Anónimo. Efectivamente se trataba de Sócrates y no de Descartes, que como ambos son parecidos, pues se me debió de ir "la pluma"
ResponderEliminarSobre hablar en público, tienes toda la razón. Yo profundizo bastante sobre este asunto, pues me parece que es una de las grandes carencias que tenemos. Precisamente doy un seminario titulado el arte de hablar en público: Estrategias para seducir al auditorio. Te invito a que veas la información del mismo, siguiendo este enlace: http://www.amiando.com/DZDVDAV.html
La próxima edición será el día 25 de este mes. Se imparte en el Club 567, c/ Velázquez, 12.
Gracias, de nuevo y un saludo
Juan Bueno