28 marzo 2013

Cospedal, Chipre y la Formacion

Posted by Juan bueno On jueves, marzo 28, 2013 No comments
En general no me gusta escribir sobre política desde mi blog porque todas las tendencias pueden ser correctas y aún así, fruto de interpretaciones equivocadas. Pero en este caso no me he podido sustraer de la actualidad y acabar haciendo un comentario sobre las declaraciones de la Sra. De Cospedal.

Y las hago al margen de apoyos o conciencias políticas. Ya no las tengo. Hace tiempo que me volví un descreído sobre muchos de nuestros dirigentes, no les admiro y en muchos casos ni siquiera merecen mi respeto.

De uno y otro color me parece que han conseguido desdibujar su función de servicio público, de trabajo al servicio de los ciudadanos. Pero como decía al principio no pude sustraerme de la tentación de leer con detenimiento  esas palabras de esta líder política que, indirectamente hace referencia a algunos elementos que parecen desaparecidos de la vida de nuestro país.


Afirma la Sra. De Cospedal que “la crisis de Chipre no ha convulsionado la economía española”. Exclamo mi sorpresa. ¿Es ésta una buena noticia? ¿Para quién? Para los ciudadanos de a pie, supongo.


Es cierto, no ha convulsionado casi nada porque a estas alturas ya estamos curados de espanto, los más de 6 millones de parados que luchan día a día por salir de esa situación ya tienen poca capacidad de empeorar. Aunque aún hay ciudadanos que pueden evolucionar a peor. Son esos miles de ciudadanos que sobreviven con contratos de trabajo precario, en pésimas condiciones y con escaso respeto por sus derechos y mucho menos por sus necesidades.

Es cierto, Sra. De Cospedal, la crisis chipriota apenas nos afecta. Si acaso somos capaces de solidarizarnos con esos ciudadanos que lo están pasando mal. Nada más. 

A continuación añade que las medidas que el gobierno está adoptando  están generando gran confianza por parte de los mercados exteriores. ¿Ah sí? ¿Cuándo ha sido? Me lo he perdido!!!! Definitivamente tengo que estar más atento porque hace tan solo un par de  semanas esa contundente señora teutona de nombre Ángela, nos daba un doloroso tirón de orejas. Y pedía más sacrificios. Menos mal que estamos en plena Semana Santa y siempre podemos invocar la austeridad y el sacrificio….

Y la última perla del discurso hace referencia a la formación. Con mayúsculas.  Dice que para generar empleo hay que "poner coto  al 30 % de fracaso escolar" a través de la Estrategia de  Emprendimiento y Empleo que concede un papel relevante a la  formación.

Sin palabras. No sé si me preocupa más la primera parte de la frase o la segunda. Que un país de la vieja Europa presente unas cifras de fracaso escolar como esas es simplemente un escándalo, algo inusitado. Pero vayamos más allá, ¿qué es lo que no funciona? ¿Son nuestros alumnos o es un sistema educativo que cambia constantemente más guiado por voluntades políticas que por criterios pedagógicos?  Me temo que es una pregunta con respuesta molesta.

Y pensar que la mejora de las cifras de fracaso escolar se logrará poniendo en marcha políticas de Emprendimiento que ayudarán a crear  empleo es simplemente una falacia. Y lo es porque para que ese loable objetivo fuera una realidad son imprescindibles cambios estructurales de gran calado, de nuestro sistema educativo, de nuestro sistema productivo y casi de nuestra propia cultura laboral.

Por supuesto que creo que la formación es una herramienta estratégica para nuestro desarrollo como país, para nuestras organizaciones y para nuestros ciudadanos. Pero no debemos olvidar que es un elemento más; forma parte de un todo mucho más complejo.

Y  creo que una vez se despacha un problema de primera magnitud como es el paro, con una justificación que libera al principal responsable de solucionarlo, cargando la culpa indirectamente a los que estuvieron antes por no haber sabido dar con un sistema educativo eficaz. O sea: de esos polvos, tenemos estos lodos.



En ocasiones es preferible mantener la boca cerrada porque abrirla puede dar lugar a decir banalidades o generalidades. Qué sabio es el refranero español: “en boca cerrada no entran moscas”.  Y yo añadiría “y tampoco salen”.





Juan F. Bueno
 

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